“Acá nadie lo quiere”: Bucaramanga recibe a Álvaro Uribe con abucheos

A las correrías que adelanta el expresidente Uribe acuden simpatizantes y personas que reprueban su gestión. Para callarlos, el equipo de campaña usa vuvuzelas.
A las correrías que adelanta el expresidente Uribe acuden simpatizantes y personas que reprueban su gestión. Para callarlos, el equipo de campaña usa vuvuzelas.

El expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez sigue recorriendo las calles de Colombia para promover a los candidatos del partido Centro Democrático, del cual es el líder natural. Lo hace para apoyar tanto del aspirante a la presidencia Óscar Iván Zuluaga, quien está haciendo otra gira por su cuenta, como a los candidatos que buscarán una curul en el Congreso de la República.

No obstante, el político paisa ha sido sorprendido con abucheos por varios grupos de detractores durante sus correrías por el país. Con el fin de sabotear los eventos organizados en torno a él, estas personas gritan improperios desde la distancia. Algunas personas en las redes sociales han llamado a este fenómeno “la gira del desprecio”, y parece que seguirá sucediendo durante toda la época electoral.

El más reciente sabotaje masivo a las correrías de Uribe tuvo lugar en la mañana del pasado viernes 4 de febrero, en la planta baja del centro comercial San Andresito La Isla, de Bucaramanga.

En este lugar de comercio popular, el expresidente era esperado por aproximadamente sesenta personas, entre candidatos regionales y simpatizantes. De repente, comenzaron a escucharse abucheos desde los pisos superiores del edificio: “paraco” y “acá nadie lo quiere” son algunos de los improperios dichos por los detractores.

El esquema de seguridad de Uribe, que aparentemente no se había percatado de la presencia de personas en los niveles superiores, retiró al político del lugar para curarse en salud.

Algo que llama la atención del video anterior es que algunos miembros del equipo de campaña portaban vuvuzelas, un instrumento conocido por su sonido estridente y de un solo tono, que en el oído suena parecido al zumbido de una abeja. Cuando empezaron a sonar los abucheos, los gregarios comenzaron a sonarlas para acallar esas voces.

De forma indirecta, la idea de llevar vuvuzelas es un gesto de aceptación de que los abucheos llegaron para quedarse.

Antes de llegar a Bucaramanga, Uribe pasó por San Juan de Girón, un municipio aledaño a la capital de Santander. Al parecer, según él mismo contó, en esa zona del país también hubo quien rechazó su visita.

A través de un video que Uribe compartió en sus redes, contó el momento en que un joven gironés le grito“paraco”.

“Al repartir esta carta mis compatriotas de San Juan de Girón, en Santander, que amablemente me ha recibido, un joven me gritó Uribe paraco, yo le dije: hombre, mi abrazo”, relató Uribe en el video.

Posteriormente, aseguró que todos los ladrones y corruptos que presuntamente se han sumado al Pacto Histórico, el conjunto de partidos de izquierda liderado por Gustavo Petro, han dejado de ser señalados por los delitos que cometieron en el pasado. Y fue entonces cuando, al parecer en forma de sátira, dijo que si él se unía a Petro iban a dejar de señalarlo como un paramilitar.

El expresidente Álvaro Uribe nuevamente entregó declaraciones polémicas luego de ser llamado “paraco” durante su visita a Girón, Santander

El líder del Centro Democrático también fue abucheado durante su última visita a la Comuna 13 de Medellín, donde fue adelantada la sangrienta Operación Orión que aún defiende. Lo mismo ocurrió en Manizales y Chinchiná, en Caldas.

Además, cuando se acercó al mercado público de Santa Marta, un grupo de ciudadanos rechazó su presencia con chiflidos y arengas tipo “Uribe, paraco, el pueblo está berraco”. Hubo otros habitantes que le gritaron “asesino” al exmandatario, investigado por fraude procesal y compra a testigos.

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