Cómo fue el romance de Silvia Pinal y el protagonista de “Gutierritos”

Silvia Pinal, una de las celebridades más importantes de México, se casó a muy temprana edad, ya que tenía 17 años con Rafael Banquells, quien destacó por su papel actoral en la telenovela Gutierritos y quedó enamorado cuando se conocieron; en aquel entonces la actriz tenía 15 años. El juvenil matrimonio no duró, incluso años después la actriz aceptaría que no se casó por amor.
Rafael Banquells y Silvia Pinal se casaron en 1947: él con 30 años de edad. Para esos años, Silvia Pinal inició su carrera actoral en el teatro. No fue sino después de su unión marital que pudo integrarse al cine y la televisión, elementos que le darían la fama que hasta hoy goza.
A pesar de venir de una familia consolidada, Silvia Pinal nunca se sintió cómoda en su hogar. Especialmente la relación con su padre Moisés Pasquel fue escabrosa, su padre no la quiso reconocer como su hija debido a que había sido concebida fuera del matrimonio. Moisés Pasquel prefirió no mantener contacto con la pequeña Silvia hasta que ella cumplió 11 años.
Sumado a esto, Silvia Pinal sentía que su carrera en el medio artístico no florecía en el cobijo de su padre. Lo cual es cierto que salir de su hogar significó el repunte más importante de su temprana incursión en la actuación.

El contraer matrimonio con Rafael Banquells le dio más libertad económica y, sin lugar a duda, más dedicación para su trayectoria artística. Para Pinal el casarse con Banquells fue una salida casi obligada de su hogar y del orden que imponía su padre. Aunque existía cariño entre los recién casados, Silvia Pinal niega que el amor haya sido uno “de enloquecidos”.
“Yo creo que era una convenenciera en ese momento. Yo quería salir del yugo. ¿Y cómo lo hice? Casada. Yo salí de mi casa como princesa”, respondió Silvia Pinal en entrevista con Gustavo Adolfo Infante para su programa El minuto que cambió mi destino.
Para suerte de Silvia Pinal, sus primeros pasos en el mundo cinematográfico la dotaron de un nombre y reconocimiento. Las ofertas laborales eran cada vez más y con mayores exigencias. Sin embargo, y para la desgracia de Bansquells, quien además de actor era empresario, el trabajo empezó a escasear.
Pronto, la actriz mexicana se convirtió en la proveedora de su hogar. Era tal la diferencia mediática con su marido que este optó por sumarse a la carrera de Pinal como su mánager.

Mientras Silvia Pinal filmaba La marca del zorrillo, filme estrenado en 1950, se embarazó. Ya superada la mayoría de edad, llegaría la primera hija de la actriz mexicana: Sylvia Pasquel. Para el programa de Adolfo Infante, resaltó que su gestión fue tranquila debido a que mantenía una vida muy saludable, aunque tenía constantes “antojitos”.
El nacimiento de Sylvia Pasquel sacudió el estado económico de Basquells y Pinal. Entretanto, la también empresaria, no dejaba de invertir en su presencia en la esfera del espectáculo. La situación llegó a un punto de ebullición y sin retorno cuando Silvia Pinal le pidió el divorcio.
Además de la situación monetaria, Silvia Pinal identificó varios patrones que le advirtieron sobre su vida amorosa. “Me casé para escapar de la opresión de mi padre y me fue peor; Rafael era celosísimo y no me dejaba salir ni a la esquina”, explicó Pinal para TV Notas.

Pese a las suplicas de Banquells para evitar la separación, el matrimonio se esfumó en 1952. No obstante, ambas partes involucradas se mostraron maduras, pues apaciguaron sus diferencias a bien de Sylvia Pasquel, su hija.
El matrimonio Basquells-Pinal no solo es recordado por ser el primero de Silvia, aún cuando esta era menor de edad y él casi le doblaba la edad, sino también por su legendario padrino de bodas: Mario Moreno “Cantinflas”. El cómico se lució con un cheque de 5,000 pesos, mismos que sirvieron para amueblar su hogar.
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