Dos altos funcionarios, expulsados de Partido Comunista Chino por corrupción

Pekín, 26 ene (EFE).- El exvicepresidente del Banco Chino de Desarrollo, He Xingxiang, y el secretario del Partido Comunista Chino (PCCh) en la ciudad oriental de Hangzhou, Zhou Jiangyong, fueron expulsados del PCCh por conductas reprobables como «recepción de sobornos», anunció hoy el brazo anticorrupción del PCCh.
La Comisión Disciplinaria Central, el organismo encargado de luchar contra la corrupción en el seno del partido gobernante, hizo saber en dos comunicados la expulsión de Zhou y He no solo del PCCh sino también de cualquier cargo público.
Ambos «infringieron gravemente las leyes y disciplinas del Partido Comunista», según la comisión.
Durante su estancia en Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, Zhou participó en «banquetes que habrían podido afectar al uso imparcial de su poder», además de «aceptar regalos y grandes sumas de dinero en colaboración con sus familiares».
Según la comisión, Zhou «se aprovechó de sus puestos para beneficiar a otros», fingió «cumplir directrices» del Comité Central del PCCh cuando en realidad «actuaba contra ellas» y participó en «actividades supersticiosas».
Asimismo, Zhou «confabuló con fuerzas del capital» y apoyó «el crecimiento desenfrenado de capitales», un término usado sobre todo a raíz del comienzo el pasado año de la campaña de «prosperidad común» impulsada por el presidente chino, Xi Jinping.
Por su parte, He «perdió sus ideales y convicciones» y «traicionó su misión original», aseguró el organismo anticorrupción.
Aparte de «aceptar sobornos» en forma de dinero y regalos, He concedió préstamos «de forma ilegal», comportamientos que causaron «grandes daños a la nación» y «riesgos financieros significativos».
El Banco Chino de Desarrollo, fundado en 1994, está bajo la jurisdicción del Consejo de Estado chino (órgano ejecutivo) y es uno de los bancos estatales encargados, entre otras cosas, de proporcionar fondos para grandes proyectos de infraestructuras.
Según la comisión, se ha procedido a la confiscación de los bienes conseguidos de forma ilícita por parte de ambos funcionarios y sus casos se han puesto a disposición judicial.
Tras su llegada al poder en 2012, Xi Jinping comenzó una campaña anticorrupción en la que más de un millón de funcionarios han recibido castigos por su conducta.
La campaña ha destapado importantes casos de corrupción, pero algunos críticos han apuntado que también podría estar siendo utilizada para acabar con la carrera política de algunos de sus rivales.
El próximo otoño, se celebrará en Pekín el XX Congreso del Partido Comunista, en el que Xi podría comenzar un tercer mandato inédito entre sus predecesores de las últimas décadas. EFE
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