
El embajador argentino Daniel Capitanich compartió con un acusado del ataque terrorista a la AMIA la asunción del dictador sandinista Daniel Ortega en Nicaragua

El gobierno de Alberto Fernández escribió un nuevo capítulo de su ambigua política internacional. Este lunes, durante el acto de reasunción del dictador sandinista Daniel Ortega, el embajador argentino en Nicaragua, Daniel Capitanich, compartió la ceremonia junto a un funcionario iraní acusado de ser partícipe intelectual del atentado terrorista a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Se trata de Mohsen Rezai, sobre quien pesa un alerta roja de Interpol. Meses atrás la cancillería argentina condenó la designación del funcionario por parte del mandatario de Irán, Ebrahim Raisi.
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