El sector de la producción de carne porcina registró en lo que va del año fuertes bajas en sus exportaciones y subas en importaciones

La balanza comercial del sector porcino ofreció en los primeros diez meses del 2021 síntomas de flaqueza. Si bien los números cárnicos para el sector son aceptables y positivos apoyados por las ventas que se esperan para las próximas fiestas, la fuerte suba que experimentaron las importaciones enciende una luz amarilla para el sector que ve también desinflarse sus exportaciones todo esto por la presión que tiene el tipo de cambio. El equilibrio es frágil, ya que una “devaluación brusca” puede alterar todo el negocio del cerdo, ya que ¾ partes de su estructura de costos está dolarizada.
Tal como admitió a Infobae el consultor del sector porcino, Juan Luis Uccelli, resulta “triste” que durante octubre pasado se mantenga la tendencia descendente en las ventas externas de productos porcinos: así en los diez primeros meses de 2021 presenta una merma del 20,9% interanual. Según los números aportados por Uccelli, tras el pico de ventas externas de 6.707 toneladas registrada en junio, las exportaciones cayeron abruptamente a un número de 1.020 toneladas en julio, 751 toneladas en agosto, 583 toneladas en setiembre, y a 360 toneladas en octubre.
Al mismo tiempo, el consultor relevó con “más tristeza” que las importaciones subieron en igual período en un 94,5% contra el año 2020: “Así enviamos al exterior más de 15 mil millones de dólares al exterior: las importaciones aumentaron de manera exagerada, sin ninguna necesidad”, explicó. Solamente en octubre las compras argentinas de carne de cerdo importada fueron de 6.032 toneladas.
“En el mercado internacional –explicó Uccelli-, China hizo una jugada especial: se sobre estoqueó con mucha mercadería procedente de la faena de frigoríficos chicos y medianos que ya desaparecieron. Son chicos pero con un número muy grande. Además con la operatoria irregular de un gran trader, China compró carne muy barata. Y llenó sus cámaras de frío. El mercado asiático dejó de ser una aspiradora y frenó compras, y así hay excedente de carne porcina en todos lados, razón por la cual los precios internacionales bajaron”.
Para el sector privado, se sigue con atención la situación internacional debido a la situación que reportan las empresas locales, que ven que la carne de cerdo está muy cara a valor dólar, y si bien allí no se pone en duda la situación de actividad si las dificultades que se pueden registrar en un valor doméstico del dólar estadounidense, algo que puede ensombrecer el negocio local del cerdo.

Un dólar a 200 pesos hace que puedan trabarse muchos nuevos proyectos para ampliar plantas o crecer en producción en el segmento del porcino. Esto se debe a que con las exportaciones en caída y sin crédito, las oportunidades se pueden dejar pasar de largo por falta de un equilibrio entre la necesidad de comprar insumos dolarizados y administrar las ventas realizadas en pesos.
La producción
Ian O’Dwyer, productor porcino de la localidad entrerriana de Arroyo Barú, aseguró que “las exportaciones porcinas han bajado un montón tras desinflarse la demanda de China, así como las importaciones también han subido un montón. Las compras externas han subido un poco por demanda y otro poco por un tipo de cambio que resulta barato para traer carne de cerdo desde fuera. Esto impulsó las compras externas”.
El productor de Entre Ríos comentó a este medio que la atención de los establecimientos de cerdos está puesto en el encarecimiento que enfrenta el segmento del alimento, especialmente en soja, maíz y pellet, más allá que los costos rondan hoy entre los USD 1,10 a USD 1,30 mientras que el precio de venta del cerdo está cercano al USD 1,55. “Los costos son casi el 75% en dólares para la actividad porcina, y por ello hay que tener cuidado con una devaluación brusca, sabiendo que esto daña al negocio. Es difícil trasladar esto al consumidor”, dijo O’Dwye.
Las esperanzas del sector local, interrumpido por las ventas al exterior, está en hacer caja con las próximas fiestas de fin de año. Esto sabiendo que el cerdo ha sabido ganarse un lugar en el segmento de carne fresca, esto principalmente apoyado en la diferencia a favor que tiene de hasta un 40% en el precio en los mostradores y góndolas contra lo que se paga por los cortes de carne bovina. El consumo de carne porcina trepó hoy a casi 20 kilos per cápita en el año.
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