Hallaron evidencia de la intoxicación por mercurio más antigua de la historia en huesos de hace 5.000 años

Huesos encontrados con rastros de mercurio (Foto: Rosa Barroso-Bermejo)
Huesos encontrados con rastros de mercurio (Foto: Rosa Barroso-Bermejo)

Los arqueólogos acaban de encontrar evidencia de la intoxicación con mercurio más antigua de la historia. La muestra data de hace por lo menos 5.000 años, demostrando la compleja y longeva relación entre el mercurio y los seres humanos a lo largo del tiempo.

El descubrimiento está detallado en un reciente artículo publicado en la Revista Internacional de Osteoarqueología y en el que participan investigadores de la Universidad de Sevilla (España) el cual se titula “El uso y abuso del cinabrio en el Neolítico tardío y la Edad del Cobre en Iberia”.

El equipo autor de la publicación lo integraron 14 especialistas en biología, química, antropología física y arqueología quienes han presentado los resultados del mayor estudio jamás realizado sobre la presencia de mercurio en huesos humanos. Para ello manejaron una muestra de un total de 370 individuos de 50 tumbas ubicadas en 23 yacimientos arqueológicos de España y Portugal que datan del Neolítico, Edad del Cobre, Edad del Bronce y Antigüedad, abarcando así 5.000 años de historia humana.

Los resultados revelan que los niveles más altos de exposición al mercurio ocurrieron al comienzo de la Edad del Cobre, entre el 2900 y el 2600 a.C. En este período, la explotación y el uso del cinabrio aumentó considerablemente por razones sociales y culturales. El cinabrio es un mineral de sulfuro de mercurio que, cuando se pulveriza, se convierte en un polvo de un llamativo y brillante color rojo.

Históricamente, esta sustancia se ha utilizado para producir pigmentos en pintura, siendo famosa ya en la Antigüedad (“rojo pompeyano”) o en el arte moderno (conocido como “bermellón”). Ocurre que la mayor mina de cinabrio del mundo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se encuentra en Almadén, en el centro de España. En esa mina comenzó la explotación del mineral en el Neolítico, hace 7000 años, lo que posibilitó que ya en la Edad de Cobre el cinabrio se convierta en un producto con un alto valor social y sagrado.

En las tumbas de este período descubiertas en el sur de Portugal y Andalucía, se utilizó polvo de cinabrio (a menudo convertido en pigmento) para pintar cámaras megalíticas, decorar estatuillas o estelas y esparcirlo sobre los muertos. Como resultado, muchas personas deben haberlo inhalado o consumido accidentalmente, lo que ha provocado acumulaciones insospechadas de mercurio en sus cuerpos. Se han registrado niveles de hasta 400 partes por millón (ppm) en los huesos de algunos de estos individuos. Teniendo en cuenta que la OMS actualmente considera que el nivel normal de mercurio en el cabello no debe ser superior a 1 o 2 ppm, los datos obtenidos revelan un alto nivel de intoxicación que debe haber afectado gravemente la salud de muchas de esas personas.

Los resultados de este estudio aportan evidencia científica de gran valor para ampliar futuras investigaciones sobre la compleja relación del ser humano con el mercurio, una de las sustancias minerales más peculiares de nuestro planeta, y conocer sus usos y sus consecuencias para la salud humana.

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