
Hermetismo entre los intendentes del PJ bonaerense tras la carta y renuncia de Máximo Kirchner

“Todavía están a tiempo de arrepentirse”, decía Máximo Kirchner el 18 de diciembre del año pasado al ser presentado como presidente del PJ bonaerense con un acto desde la Quinta de Juan Domingo Perón en el municipio San Vicente. Fue lo primero que dijo al tomar el micrófono. Todos rieron. Incluido el presidente Alberto Fernández que estaba sentado a su izquierda. A menos de dos meses de aquella humorada, el chiste ya no es tal para la mayoría. Hoy todo es hermetismo en la órbita del peronismo bonaerense y de algunos intendentes tras la carta que el ahora ex presidente del bloque del Frente de Todos, largó el lunes por la tarde noche cuestionando la decisión de acordar con el Fondo Monetario Internacional. Entonces, los intendentes optaron por no pronunciarse sobre el contenido del mensaje del líder de La Cámpora, que puso nuevamente al Frente de Todo en estado de ebullición.
Según pudo saber Infobae, antes de que la carta salga a la luz, Kirchner habló en más de una ocasión durante ese día con el jefe de gabinete bonaerense y uno de quienes orquestó su desembarcó en el Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde.
Cerca de Kirchner aseguran que la decisión del diputado nacional no afecta a la convivencia del PJ de la provincia de Buenos Aires y que además no renunciará a ese cargo al que llegó tras una larga procesión producto de la pandemia y de la judicialización que planteó el intendente de Esteban Echevarría, Fernando Gray.
En La Plata también midieron si la dimisión de Kirchner al frente de la conducción del bloque oficialista impactaba en la Legislatura bonaerense. En la Cámara de Diputados bonaerense, el bloque del Frente de Todos es presidido por César Valicenti, un diputado de La Cámpora que fue ungido con el recambio legislativo a ese cargo por el propio Kirchner con aval del resto de los socios políticos del Frente de Todos. Hasta el momento, la onda expansiva no atravesó los casi 60 kilómetros que separan el Congreso de la Nación de la Legislatura bonaerense. Tampoco se convocó a una inmediata reunión de bloque en la Legislatura bonaerense ni nada por el estilo.
Donde prima el silencio es entre los intendentes del PJ. A excepción del díscolo Fernando Gray que habló sobre el acuerdo con el FMI y dijo -también con una carta- que “acá no estamos diseñando políticas o discursos para complacernos con los ‘núcleos duros’ de nuestro electorado, sino que el Gobierno nacional ha sido elegido para emprender la búsqueda de soluciones a la inmensidad de temas irresueltos. Nosotros debemos estar a la altura de las circunstancias excepcionales que la historia nos ha destinado a transitar”, el resto no se expresó. Gray también fustigó contra Kirchner: “¿Representa al peronismo o a La Cámpora?”, preguntó.
Sin embargo, Kirchner seguirá con su plan original que diseñó para el PJ bonaerense. No cederá territorio, al contrario. Prepara un 2022 con viajes por el interior de la provincia visitando los PJ locales. Acaso una estrategia similar a lo que realizará el gobernador Axel Kicillof durante la campaña electoral 2019. Será un termómetro para el hijo del matrimonio presidencial.

En el medio, el PJ bonaerense debe renovar autoridades locales y elegir a los presidentes o presidentas partidarios en los 135 municipios. Antes de la salida de Kirchner el preacuerdo que empezaba a tejerse era que donde los intendentes gobernaban, serían los propios jefes comunales quienes definirían quién estaría a cargo de la conducción del PJ a nivel local, mientras que en los municipios donde gobierna Juntos se podría abrir la instancia de una interna partidaria si hay dos o más expresiones peronistas dispuestas a competir.
Hasta el momento, la fecha original para llevar adelante ese proceso electoral sería el mes de marzo, aunque también estaba la idea de posponer al menos un mes. El argumento era la situación epidemiológica que desde fines del 2021 empezó a evidenciar una suba constante de casos que recién esta semana evidenció un descenso en la cantidad de casos, tras los récords históricos desde que comenzó la pandemia.
El hermetismo y silencio de los intendentes tras la carta de Kirchner tiene una explicación. La mayoría de los jefes comunales o funcionarios provinciales o nacionales que son intendentes en uso de licencia, salieron a respaldar la decisión de Alberto Fernández de llegar a un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional y la estrategia encabezada por el equipo económico del gobierno. Justamente lo que cuestionó Kirchner.

Allí aparecen los intendentes Fernando Espinoza (La Matanza), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Andrés Watson (Florencio Varela), Mariel Fernández (Moreno) que además es la vicepresidenta del PJ bonaerense. Además de los intendentes en uso de licencia y hoy funcionarios o legisladores, Ariel Sujarchuk, Leonardo Nardini, Mariano Cascallares, Gustavo Menéndez.
En cambio, quienes son intendentes e integran La Cámpora no hicieron pronunciamiento público por el acuerdo con el FMI anunciado el viernes último. Mayra Mendoza (Quilmes), Iván Villagrán (Carmen de Areco), Juan Ignacio Ustarroz (Mercedes) tomaron distancia del fervor por el entendimiento con el Fondo anunciado a horas del deadline.
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