Irak refuerza su frontera tras el motín en una prisión siria de presos del EI

Bagdad, 26 ene (EFE).- El primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, visitó hoy la frontera con Siria para supervisar las medidas tomadas para reforzar la seguridad en la zona, después de que el pasado jueves se produjera un motín en una cárcel de presos del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el país vecino.
Al Kazemi afirmó que su visita «confirma la fuerte presencia del Estado y la disposición de nuestras fuerzas armadas para hacer frente a cualquier intento de atacar la seguridad y la estabilidad de nuestro país», según un comunicado de su oficina.
El primer ministro advirtió a los extremistas del EI de que «no pongan a prueba a los iraquíes» ya que «antes lo intentaron y fracasaron», en referencia a la lucha contra los radicales, que conquistaron amplias zonas de Irak en 2014 y fueron expulsados de casi todos los territorios que dominaban en 2017.
Asimismo, aclaró que el Gobierno iraquí está persiguiendo a los combatientes del EI que quedan «dentro y fuera de Irak».
Tras la derrota territorial del EI en diciembre de 2017, aún hay «células durmientes» en reductos situados, sobre todo, en zonas montañosas de Irak, que aprovechan la orografía y la porosa frontera con Siria para moverse por un amplio espacio que les es imposible de controlar a las fuerzas iraquíes.
Por ello, «hay que redoblar los esfuerzos, trabajar día y noche, ya que esta zona es muy importante para nosotros y para el enemigo también», subrayó Al Kazemi.
Irak está en alerta después de que la semana pasada se amotinaran los prisioneros del EI, con ayuda de otros yihadistas en libertad, en la cárcel de Geweran, en el noreste de Siria y controlada por los kurdosirios.
En ese centro están recluidos cerca de 3.500 miembros y líderes yihadistas, y desde el motín del pasado jueves por la noche, se desconoce cuántos combatientes han logrado huir de la prisión, situada cerca de la frontera con la región autónoma del Kurdistán iraquí (norte).
El EI aseguró a través de su agencia de propaganda Amaq que 800 de sus «soldados» habían conseguido escapar del centro penitenciario.
Miles de combatientes del EI y sus familiares permanecen en cárceles o en campamentos de refugiados administrados por los kurdosirios en el noreste de Siria, la mayoría de ellos tras haber sido detenidos durante la ofensiva para expulsarlos de los últimos territorios que controlaban en esa región en 2019. EFE
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