
Ivana Nadal renovó su look, puso en venta todo y anunció: “Mi sistema de creencias está cambiando”
Hace un tiempo ya que Ivana Nadal se encuentra en época de cambios profundos. A través de sus redes sociales, la modelo hace gala de una espiritualidad que divide aguas y que se profundizó desde el comienzo mismo de la pandemia: “Tratate bien, date amor, hacé lo mismo por el resto. Y el COVID-19 no te toca, amigo. Te lo prometo”, fue una de sus frases con la que generó los primeros revuelos, que no quedaron allí, sino que también se manifestó en contra del uso del barbijo y de la vacunación.
Ahora, la modelo que se prepara para radicarse en Estados Unidos manifestó que el cambio no es solo físico sino también de paradigma. Para demostrarlo, mostró su nuevo corte de cabello: un flequillo con algunos claritos inspirado en un recuerdo muy especial. Según contó, había encontrado una foto suya de chiquita con ese look y decidió replicarlo. Pero no todo se explica desde la nostalgia ni desde el aspecto físico, sino que Ivana volvió a referirse a un cambio de pensamiento.
“Sé que la vibración de la tierra, por ende mi vibración y mi sistema de creencias están cambiando”, destacó Ivana en una nueva reflexión en este sentido. Y amplió: “Encontré el equilibrio perfecto entre dos partes que me parecían contradictorias. Por un lado, está todo escrito y por otro lado, tenés el poder de cambiar y modificar tu realidad”, destacó en una serie de historias de Instagram, lo que abrió la puerta a pensar en modificaciones fuertes que hasta ahora parecían innegociables.

Porque en sintonía con este cambio físico y espiritual, Ivana insiste con su intención de radicarse por un tiempo en Estados Unidos. Cabe recordar que durante el año pasado residió un tiempo en Miami, hasta que regresó a nuestro país dispuesta a ultimar los detalles de la mudanza. Sin embargo, hace unas semanas, trascendió que la embajada del país del norte le habría cancelado la Visa de ingreso debido a su reticencia a vacunarse, cosa que la propia Ivana negó. “No, no me deportaron. No estoy ‘varada’ Estoy en casa comiendo patitas”, señaló en su filoso descargo.
La duda respecto a la presencia o no de la modelo en Estados Unidos tiene que ver con su ferviente postura antivacunas, ya que desde que cambió la reglamentación, dicho país requiere el esquema completo para poder ingresar. Hasta el momento, Ivana ni negó ni afirmó haberse inoculado, a pesar de las continuas preguntas y las más variadas hipótesis de sus seguidores. En cambio, solo manifestó en reiteradas oportunidades que su sueño se está haciendo realidad. Quizás este nuevo equilibrio entre las partes que se presentaban contradictorias haya algún indicio respecto a la vacunación

Para ello, Ivana, que ya había puesto en venta su departamento en la zona de Olivos, ahora decidió hacer lo propio con buena parte de sus pertenencias. Como si fuera una gran feria americana virtual, la conductora ofrece desde una heladera retro y un sommier de última generación a muñequitos de Playmobil y vasos de cerveza. Una forma de juntar dinero para el viaje. Y quizás, algo simbólico en dejar atrás su pasado.
¿Qué es puntualmente lo que ofrece Ivana? Además de reforzar la publicación de su casa, la modelo vende tres tipos de sillones -con precios entre los 40 mil y los 120 mil pesos-; un juego de living de exteriores a 40 mil pesos y una cómoda en estilo rústico a 35 mil pesos. El producto más caro es un sommier queen con un año de uso, cotizado en $150.000. “Espuma de memoria, se amolda a tu cuerpo”, agrega Ivana en el comentario, como para seducir a potenciales clientes.

Otro rubro a la venta son los electrodomésticos, accesorios y adornos. Una heladera retro en tono rojo furioso sale $55.000, mientras que un juego de vasos de cerveza como una tabla de mármol y madera se venden a 5.000 cada uno. Un reloj de pared, por caso, cuesta $15.000, un combo de recuerdos de su viaje a México $25.000 y un cuadro de Milo Lockett de un metro cuadrado lo vende a $30.000. Pero el elemento más destacado sin dudas es la pareja de Playmobil. Para llevárselos hay que poner $10.00 con una salvedad: uno de ellos tiene las “patitas pegadas”, según aclara con honestidad la vendedora.
SEGUIR LEYENDO: