
Junta militar de Burkina Faso expresa su disponibilidad a trabajar con CEDEAO

Uagadugú, 4 feb (EFE).- La junta militar que tomó el poder en Burkina Faso tras el golpe de Estado del pasado 24 de enero expresó su disponibilidad para trabajar con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) en el proceso de transición.
«Reafirmando su adhesión al respeto de sus compromisos con organizaciones subregionales e internacionales, Burkina Faso expresa su disposición a proseguir los intercambios con ellas para llevar a buen término el proceso de transición», indicó el líder de los golpistas, el teniente coronel Paul Henri Sandaogo Damiba, en un comunicado leído hoy en la televisión estatal RTB.
Damiba indicó que «siguió con gran interés la cumbre virtual de la CEDEAO celebrada el viernes 28 de enero» y saludó las misiones militar y ministerial enviadas por la institución entre el 29 y 31 de enero, así como la celebración este jueves de la segunda cumbre extraordinaria de jefes de Estado de África occidental.
«Burkina Faso toma nota de la decisión de suspensión adoptada en la cumbre virtual de Jefes de Estado de la CEDEAO» así como de la invitación «para establecer un calendario para el proceso que conduzca a la organización de elecciones libres y transparentes y a la vuelta al orden constitucional normal», indicó el comunicado.
Igualmente, la junta militar saludó la disponibilidad de la CEDEAO «para acompañar resueltamente a las autoridades actuales en su misión de restablecer la paz, asegurar el territorio nacional y salvaguardar los valores de la cohesión social» y aseguró que no escatimará esfuerzos para encontrar «una solución rápida y acorde con las aspiraciones del pueblo burkinés».
Durante la cumbre extraordinaria de este jueves, los jefes de Estado de África occidental pidieron a la junta militar que establezca los órganos para la transición y adopte un calendario electoral para promover la vuelta al orden constitucional «lo antes posible».
Los militares tomaron el poder el 24 de enero tras la tensión vivida en la víspera por los disparos en varios cuarteles militares de la capital, Uagadugú, y otras urbes. Unos incidentes calificados en un principio como un supuesto motín para exigir mejoras en las Fuerzas Armadas.
Los miembros de la junta militar confirmaron posteriormente el golpe de Estado en la televisión estatal y anunciaron haber depuesto al presidente Roch Kaboré -quien acabó dimitiendo en una carta manuscrita-, además de otras medidas, como la disolución del Gobierno y el Parlamento o la suspensión de la Constitución.
Días después, los militares restablecieron parcialmente la Carta Magna y promulgaron una «Ley Fundamental» que regirá la gestión del poder estatal a la espera de adoptarse una Carta de Transición.
El golpe tuvo lugar después de la escalada del descontento social durante los últimos meses a raíz de la inseguridad generada por la violencia yihadista.
Burkina Faso sufre el yihadismo desde 2015 y los ataques, que se atribuyen a grupos aliados de Al Qaeda y el Estado Islámico, han provocado más de 1,5 millones de desplazados internos, según el Gobierno burkinés. EFE
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