Kenia y Estados Unidos seguirán presionando por la paz en Etiopía

Nairobi, 24 ene (EFE).- El nuevo enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África, David Satterfield, se reunió hoy con el presidente keniano, Uhuru Kenyatta, en su primera visita a la región y ambos países se comprometieron a seguir impulsando un cese de las hostilidades en la guerra que asola el norte de Etiopía.
«Valoramos el papel que ha seguido teniendo Kenia en la región del Cuerno de África. Esperamos su ayuda y apoyo en Etiopía», dijo Satterfield a Kenyatta, según un comunicado difundido tras la reunión por la presidencia keniana.
Satterfield fue nombrado el pasado 6 de enero para sustituir a su antecesor Jeffrey Feltman y empezó la semana pasada un viaje que lo llevó primero a Arabia Saudí y luego a Sudán y Etiopía, acompañado por la subsecretaria de Estado para Asuntos Africanos, Molly Phee.
En Sudán, Phee y Satterfield exigieron a los militares en el poder desde el golpe de Estado del pasado 25 de octubre el fin de la violencia contra los manifestantes y la restauración de un gobierno civil como condiciones para reanudar la asistencia económica al país africano.
La delegación enviada por Washington visitó también Etiopía sin que trascendieran, sin embargo, detalles de la visita.
«Una Etiopía fuerte es importante para nosotros. Una Etiopía estable es importante para nosotros. Por eso estamos comprometidos a hacer todo lo que podamos para ver el conflicto resuelto», dijo hoy Kenyatta, cuyo país tiene importantes acuerdos a desarrollar con Etiopía en el sector de las infraestructuras y las telecomunicaciones.
El presidente keniano visitó Etiopía el pasado noviembre y se entrevistó con el primer ministro del país, Abiy Ahmed, para impulsar una solución a la guerra que enfrenta desde noviembre de 2020 al Gobierno federal contra los insurgentes de la norteña región de Tigré.
Precisamente pocos días después de ese viaje, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, empezó en Kenia su primera gira por África lanzando contundentes llamamientos a solucionar las crisis en Etiopía y Sudán, que ponen en peligro la estabilidad de la región.
«El conflicto en Etiopía es una amenaza para el Cuerno de áfrica (…). Y eso es una gran preocupación para nuestros socios» en esa región, afirmó entonces desde Nairobi Blinken, que completó su gira visitando Nigeria y Senegal.
Por su lado, el antecesor de Satterfield, Feltman, visitó en varias ocasiones Etiopía durante el último año para impulsar las negociaciones entre las partes del conflicto.
La guerra de Etiopía estalló el 4 de noviembre de 2020, cuando el Gobierno federal ordenó una ofensiva contra el Frente Popular de Liberación de Tigré (FPLT) -partido político que gobernaba la región- en represalia por un ataque contra una base militar federal y tras una escalada de tensiones políticas.
Según la ONU, unos 5,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en Tigré y las regiones vecinas de Amhara y Afar debido a la guerra.
Asimismo, miles de personas murieron y unos dos millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares debido a la violencia. EFE
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