La violencia los alcanzó en el exilio, la historia de los colombianos que murieron el 11-S

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Visto del World Trade Center después de ser alcanzado por dos aviones el 11 de septiembre de 2001, en la Ciudad de Nueva York. Foto: Fabina Sbina (Getty Images/)

Desde mediados de la década de los 80 y hasta principios de los 2000, millones de colombianos huyeron del país para evadir la violencia que se vivía en esa época. Según cifras del Dane y la Cancillería, al inicio del siglo 1.392.508 colombianos vivían permanentemente en países como España, Venezuela, Ecuador, México y, sobre todo, Estados Unidos. De hecho, del total de migrantes nacionales, el 34,6 % vivía en el país del norte.

En ese entonces, las personas llegaban a Estados Unidos con “el sueño americano” para tratar de reconstruir su vida. El propósito, principalmente, era dejar de pensar en la violencia que azotaba a Colombia, sin contar que el terrorismo los alcanzaría en el exilio.

Todo cambió en la mañana del 11 de septiembre de 2001, cuando el vuelo 11 de la compañía American Airlines se estrelló en la Torre Norte del icónico World Trade Center de Manhattan, en Nueva York. Minutos más tarde, el vuelo 175 de United también chocó en el mismo lugar, esta vez contra la Torre Sur del mismo complejo. Además, el vuelo 77 de American se estrelló contra el Pentágono, en Washington D.C.

Durante el 11-S todo fue caos. Las personas que estaban en el World Trade Center saltaban de las ventanas para evitar morir quemadas por el fuego que inició a partir del choque de los aviones. En la zona solo se escuchaban las sirenas y no se veía nada.

El impacto geopolítico de esta situación fue inmenso, y sobre todo, lo que se sigue lamentando son las vidas que se perdieron en el hecho, incluidas las de 19 colombianos.

Una de las víctimas fue Víctor Paz, de 43 años, un caleño que salió de su ciudad en 1985 para huir de la violencia que se vivía en Colombia y que acabó con la vida de uno de sus hermanos. Con esfuerzo llegó a uno de los restaurantes más famosos de la ciudad, Windows on the World, en el piso 103 de la torre norte del World Trade Center. Allí se desempeñaba como chef de pastelería.

Paz siempre aseguró sentirse seguro en Nueva York, pero el terrorismo, esta vez perpetrado por otros victimarios, lo alcanzó.

Otra historia conmovedora es la de Luis Torres, un hombre de 31 años que salió de Colombia a finales de los 80 y llegó a Estados Unidos pasando la frontera con México. Tenía poco dinero y no hablaba muy bien inglés, pero tenía una meta clara: trabajar en Wall Street.

Empezó llevando domicilios a la Bolsa de Valores y luego escribiendo números en los tableros de cotizaciones. Con el tiempo se convirtió en corredor de divisas.

El 10 de septiembre de 2001, justo un día antes de la tragedia, alcanzó un nuevo escalón en su plan profesional: corredor en Cantor Fitzgerald. En ese momento parecía tenerlo todo, incluso la oportunidad de practicar su pasatiempo favorito, el paracaidismo. En su segundo día de trabajo en la prestigiosa firma, el sueño terminó.

A comienzos de los 90 Wilder Alfredo Gómez decidió viajar de Cali hacia Nueva York buscando nuevas oportunidades para su vida. Consiguió trabajo en el “Hotel Marriot” por medio de su hermano, que ya tenía tiempo residiendo en esa ciudad y cinco años antes del atentado fue contratado como barman en Windows on the World.

Arcelia Castillo tenía dos empleos para sostener a sus dos hijos, Alex y Anthony, que crecían en Nueva Jersey. A sus 47 años se matriculó en el Union County College para estudiar contabilidad en las tardes, mientras en las mañanas trabajaba en la firma de valores Marsh & McLennan. En noviembre de 2001 recibiría su grado como contadora.

Milton Bustillo fue llevado por su familia a los 11 años a Estados Unidos. Trabajaba como técnico de computadores en Cantor Fitzgerald, firma de corretaje que ocupaba cinco pisos en la torre sur. Era padre de una niña de siete meses y se había casado hacía solo tres meses. Era un aficionado a la pastelería y encontraba satisfacción sirviéndole a su familia los postres que él preparaba. Su inclinación culinaria lo llevó algunas veces a trabajar cortas temporadas en restaurantes. Por orden de la ciudad, la calle de su residencia en Staten Island, New York fue renombrada en su honor.

Nació y creció en Cartagena, pero Hernando Salas siempre soñó con vivir en Nueva York. A comienzos de los 60 decidió perseguir sus sueños y viajó junto con su esposa, Carolina a la ciudad donde sus dos hijos, Nelcy y Carlos, llegarían dos años más tarde. La mayor parte de su vida trabajó en una firma de joyería. A los 65 años se jubiló, pero no quería estar desocupado por lo que encontró un trabajo secretarial en la oficina de revisión de quejas civiles en NY, ubicada a unos metros de las Torres Gemelas. El día del ataque alcanzó a evacuar la oficina, pero el humo y los escombros lo atraparon en la calle.

Veinte años después del 11-S de 2001, el mundo sigue recordando a las víctimas de este acto terrorista.

Esta es la lista de colombianos que murieron en el 11-S

1) Luis Eduardo Torres – 31 años

2) Victor Hugo Paz Gutierrez – 43 años

3) Wilder Alfredo Gómez – 38 años

4) Jorge Luis Moron – 39 años

5) Antonio Montoya – 46 años

6) Sonia Ortiz – 56 años

7) Carlos Cortes Rodriguez – 58 años

8) Danny Correa – 25 años

9) Arcelia Castillo – 49 años

10) Milton Bustillo – 37 años

11) Adriana – 32 años

12) Alejandro Castaño Henao – 35 años

13) Pedro Francisco Checho – 35 años

14) Sharon Cristina Millan- 33 años

15) Rafael Humberto Santos – 42 años

16) Hernando Salas – 71 años

17) Gloria Nieves – 48 años

18) Carlos Mario Muñoz – 43 años

19) Cesar Augusto Murillo – 32 años

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