
París reclama 150 licencias de pesca a Londres y prepara una reconversión
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/5RCBDM5DDZGXNDCYLAP2RX6GKI.jpg 420w)
París, 19 nov (EFE).- El Gobierno francés sigue reclamando 150 licencias a las que considera que tienen derecho sus pescadores por el acuerdo del Brexit para faenar en aguas británicas, pero en paralelo prepara un plan de reconversión y abandono de la actividad para los que no puedan seguir trabajando allí.
La ministra francesa del Mar, Annick Girardin, afirmó este viernes que «seguimos trabajando con la Comisión Europea para obtener las licencias que nos faltan», que son «unas 150» después de las 900 que ha obtenido, en una entrevista a la emisora France Inter.
Reaccionaba a las quejas del sector pesquero que considera que su Gobierno ha abandonado después de que la misma Girardin detallara ayer en Bretaña un plan de acompañamiento para que pescadores afectados por el Brexit a los que se indemnizará si dejan su actividad.
«Eso no quiere decir que capitulamos», aseguró la ministra, que insistió en que ese plan «no es nada nuevo» y que se puso en marcha porque con el acuerdo de salida del Reino Unido de la UE alcanzado el 24 de diciembre del pasado año, se sabía que los pescadores franceses iban a perder un 25 % de sus cuotas en las aguas británicas o de las islas anglo-normandas.
El acuerdo del Brexit incluye un capítulo sobre la pesca, uno de los que más costó consensuar, que establece que los pescadores europeos podrán seguir faenando en esas aguas, pero con una reducción de cuotas y a condición de conseguir licencias, para lo cual habrán de demostrar que ya trabajaron allí en un periodo de referencia.
Francia lleva meses denunciando que los británicos bloquean una serie de demandas de sus pescadores que consideran legítimas, y eso ha encendido un contencioso bilateral, que subió de tensión a finales de octubre cuando París anunció su intención de aplicar una serie de medidas de represalia.
Esas represalias, entre las que estaban sobre todo la prohibición de que los pesqueros británicos desembarcaran en puertos franceses y un endurecimiento de los controles a las importaciones procedentes del Reino Unido, quedaron finalmente suspendidas después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Boris Johnson, acordaran dar un nuevo margen a la negociación.
Desde entonces, las negociaciones se mantienen estancadas aunque, según Girardin «las reuniones son diarias» y «la Comisión Europea recuerda al Reino Unido sus obligaciones».
La ministra repitió que su plan de acompañamiento para los pescadores que decidan abandonar su actividad está diseñado «para cuando no hay otra solución» y siempre sobre la base del voluntariado porque el principio es que no se dejará a nadie en la cuneta.