
Tras cierre de Memorial, justicia rusa aborda disolver su centro de derechos

La justicia rusa aborda este miércoles la solicitud de la fiscalía de disolver el Centro de Derechos Humanos de Memorial, un día después de la decisión de la Corte Suprema de cerrar esta oenegé convertida en custodio de la historia de las víctimas del estalinismo.
El martes, este tribunal ordenó la disolución de Memorial International, la estructura clave que coordina la red de la organización en Rusia, y de sus antenas regionales por no respetar las obligaciones de su estatus de «agente del extranjero».
Esta etiqueta, que recuerda a la de «enemigo del pueblo» en tiempos de la Unión Soviética, se reserva para organizaciones con financiación internacional que supuestamente actúan contra los intereses rusos.
Pero en otro caso, la fiscalía también solicitó la disolución del Centro de Derechos Humanos de Memorial, acusado de apología «del terrorismo y del extremismo» y de violaciones de la ley sobre «agentes del extranjero».
El tribunal municipal de Moscú examina el caso este miércoles y, según una abogada de Memorial, no hay dudas de que la decisión final será similar a la de la Corte Suprema.
«Es evidente», dijo la letrada a AFP.
El director ejecutivo de la ONG Human Rights Watch, Kenneth Roth, comparte este temor. «El gobierno ruso no quiere tolerar más el control objetivo y honesto de su comportamiento aportado por Memorial», dijo en una declaración en video.
«Si lo que vemos en el espejo es demasiado horrible, la respuesta es cambiar de comportamiento, no romper el espejo», añadió.
– Cronista de los crímenes estalinistas –
Estas acciones judiciales se sitúan en un clima de creciente de represión contra aquellos percibidos como adversarios del Kremlin, ya sean oenegés, medios independientes o el movimiento del opositor encarcelado Alexéi Navalni, prohibido en junio por «extremismo».
La persecución contra Memorial International, con gran prestigio en Occidente por su papel de cronista de los abusos en Rusia desde la época soviética hasta la actualidad, suscitó fuerte indignación en el extranjero.
Fundada en 1989 por disidentes soviéticos, entre ellos el premio Nobel de la Paz Andréi Sájarov, Memorial puso luz a los crímenes estalinistas y los gulags y tras la caída de la Unión Soviética se comprometió también con la defensa de los derechos humanos y las minorías en Rusia.
Durante las dos guerras de Chechenia en los años 1990 y 2000 reportó los abusos de las fuerzas rusas y sus aliados locales. En 2009, su responsable en esta región del Cáucaso fue asesinada en un crimen todavía no dilucidado.
La decisión de la Corte Suprema viene motivada por una solicitud de disolución de la fiscalía en noviembre en que acusaba a Memorial International de «crear una imagen falsa de la Unión Soviética como estado terrorista y denigrar la memoria de la Segunda Guerra Mundial».
Los partidarios del trabajo de la ONG consideran que el Kremlin quiere suprimir esta entidad para silenciar la historia en su estrategia para celebrar el heroísmo de la Unión Soviética frente a los nazis y minimizar las víctimas del estalinismo.
El mismo presidente Vladimir Putin acusó al grupo de defender «organizaciones terroristas y extremistas».
En un comunicado el martes por la noche, Memorial International anunció que no arroja la toalla. «Impugnaremos la decisión de la Corte Suprema de Rusia de todas las formas posibles. Y encontraremos vías legales de continuar nuestro trabajo», dijo.
as-mp/am/dbh/me